viernes, 28 de diciembre de 2012

Libro: "De los molinos tradicionales a las fábricas"



© María Yolanda López Gálvez, 2012
© ACUPIS, 2012

ISBN-13: 978-84-616-1697-8

Índice: 1.- Introducción. 2.- Objetivos y justificación. 3.- Evolución territorial del olivar andaluz: de señoríos a latifundios. 4.- Materiales y métodos. 5.- Evolución en el diseño técnico-arquitectónico de almazaras: molinos y fábricas. 6.- Ejemplos de almazaras pertenecientes al Patrimonio Industrial andaluz: siglos XVIII-XIX. 7.- Conclusiones. Bibliografía.

Desde 1830 a 1930 se sucedieron tres etapas que dieron lugar al origen y desarrollo de la industrialización del aceite de oliva. La primera ocupa las décadas centrales del siglo XIX: 1830-1880, siendo durante aque-llos años cuando se dio el primer gran impulso hacia la modernización tec-nológica de las almazaras, que sustituyeron las antiguas prensas de madera por otras de fundición e introdujeron los nuevos materiales de la Edad Contemporánea. Este cambio de lo tradicional a lo industrial fue debido a la desaparición de los privilegios señoriales, la puesta en cultivo de tierras desamortizadas, el acceso a la propiedad de nuevos titulares y al aumento de la demanda, interna y externa. Una parte importante del aceite español era destinado entonces a usos industriales en los mercados europeos (Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Rusia, etc.). Será precisamente dicha etapa el tema fundamental de análisis para el presente trabajo. Durante la segunda fase: 1880-1900, tuvo lugar una crisis agropecuaria que frenó la expansión anterior y exigió una profunda transformación al olivar español.


Por último, la tercera etapa considerada (1900-1930) fue, de nuevo, un periodo expansivo, aunque con unas características diferentes a las del primero. Entonces, los mayores esfuerzos se centraron en el aumento de los rendimientos agrícolas (aceitunas por hectárea), en obtener aceites de mejor calidad (modernización de las almazaras) y en la búsqueda de nue-vos países consumidores. Durante aquel periodo, España llegó a ser el pri-mer productor y exportador de aceites de oliva en el mundo, aunque una
parte importante de su comercio tenía como destino Italia. Esta etapa fue también protagonista del "capitalismo andaluz de base agraria", debido a que diversos emprendedores catalanes y levantinos decidieron instalar negocios oleícolas en las principales provincias productoras del aceite de oliva: Jaén, Córdoba y Sevilla.


Más información en: oleicultura@gmail.com